La pregunta ¿Tengo las encías sanas? es muy recurrente en las consultas odontológicas.
“Una sonrisa puede durar un momento, pero en la memoria puede ser eterna”
Friedritch Nietzsche
¿Has mirado el color de tus encías? ¿Sabías que su aspecto puede estar relacionado con un problema de salud? Unas encías sanas tienen que ser de color rosa claro o coral.
Si tus encías tienen un color rosado, estás de enhorabuena, y es que esa coloración se asocia con una buena salud periodontal. Sin embargo, si presentan un aspecto blanquecino, enrojecido o amoratado, deberías acudir a tu dentista, porque esto es síntoma de que puede haber enfermedad o infección.
La encía recubre y protege los tejidos de soporte del diente, al hueso, el cemente y el ligamento periodontal.

Hay ciertas variaciones en el color rosacéo que refleja salud periodontal. Y es que se producen cambios en función del tono de piel de cada persona, debido al grado de pigmentación melanótica. Así, en diferentes etnias pueden observarse colores más u oscuros en las encías que no están relacionados con la presencia de enfermedad.
Un cambio de color en las encías puede ser la primera señal de alerta de un problema periodontal.
Se debe tener en cuenta que algunas tinciones marrones o negras en las encías se deben a tatuajes, por metales o al consumo de tabaco (que es, además, un factor de riesgo para tener enfermedad periodontal).
Esta pigmentación se debe a la estimulación en la producción de melanina por los tóxicos del tabaco. En los grandes fumadores se presenta en el 30% de los individuos. No es una lesión maligna, y suele ser reversible tras un año o más de dejar de fumar.
¿Por qué ocurre?
Debido a la acumulación de placa dental y un cepillado poco eficaz, incapaz de lograr la óptima eliminación de esta placa, son los principales factores que van a desencadenar cambios negativos en la encía, siendo el color uno de los primeros signos de alarma.
La encía inflamada se vuelve roja. Se acompaña también de pérdida de la consistencia, es decir, se vuelve menos firma, más fluctuante y aparecerá sangrado al cepillado e incluso espontáneo.
¿Cómo sé si tengo las encías sanas?
Mira su color…

Afortunadamente, cuando la enfermedad afecta solamente a la encía (gingivitis), ésta podrá revertirse si ponemos remedio a tiempo y mantenemos una higiene adecuada.
El tabaco es el enemigo número 1 de las encías sanas
El tabaco es un factor de riesgo para la progresión de la periodontitis y las enfermedades de los implantes. El consumo de tabaco afecta a la boca no solamente por las miles de sustancias químicas tóxicas que contiene (plomo, arsénico, amoniaco…) sino también por el calor que se genera en la combustión.
Los fumadores tienen entre 2,5 y 6 veces más riesgo de sufrir enfermedades en los tejidos que rodean y soportan al diente en comparación con los no fumadores. Este efecto quiere decir que a mayor consumo mayor destrucción. Las encías en los fumadores suelen presentar manchas oscuras.
Pero además, el tabaco enmascara la presencia de enfermedad periodontal. Los fumadores tienen menor sangrado, menos signos de inflamación y la encía suele ser más gruesa y violácea.
Se ha demostrado la aparición de tinciones en las encías de niños que tienen padres fumadores, así como una mayor prevalencia de manchas oscuras en adolescentes sometidos a ambientes expuestos al tabaco.
Además, dejar de fumar tiene repercusiones positivas a nivel periodontal. A las 4 a 6 semanas de abandonar el hábito tabáquico, empieza a recuperarse la vascularización de la encía, lo que facilitaría, entre otras cosas, un diagnóstico más temprano de las enfermedades periodontales y por tanto, una mejor respuesta a los diferentes tratamientos.
A nivel implantológico, abandonar el hábito tabáquico disminuye el riesgo de fracaso de la terapia de implantes, así como reduce el riesgo de aparición de enfermedades periimplantarias.

Cambios en la mujer
La encía de las mujeres, a lo largo de su vida, mostrará diferentes aspectos en relación a los cambios hormonales, pudiendo en ocasiones incidir en su salud. Ya desde la adolescencia, el aumento de estrógenos y progesterona van a influir en la respuesta de la encía, está se muestra más sensible frente a irritantes y existe una mayor tendencia a la inflamación y sangrado. Estas hormonas producen, además, cambios en la composición de la placa dental.
Esta situación también se reproduce durante el embarazo y la toma de anticonceptivos orales. Durante la menopausia, la encía puede ser más pálida, brillante y seca, ya que, además, se produce una disminución de la secreción de las glándulas salivares. También puede favorecerse la aparición de enfermedades como la gingivitis descamativa, una afección que cursa con un color rojo intenso de la encía, a veces acompañado de dolor intenso y descamación. En algunos casos se asocia a enfermedades más importantes, como los líquenes y los pénfigos; por eso, es muy importante realizar su diagnóstico precoz.
Hasta aquí con este blog, espero que de esta forma sepáis identificar si tenéis unas encías sanas o deben de ser tratadas, ante la duda mi consejo es acudir al especialista, donde os aconsejaran de todo lo que podéis tener y como lo podéis tratar.
Os espero en la próxima entrada, y como ya sabéis, aquí me tenéis para ayudaros en todo lo que pueda, no dudéis en dejarme un comentario o correo privado sobre tus inquietudes, estaré encantada de solucionar vuestras dudas. Un saludo amig@s!!
Fuente: www.cuidatusencias.es